La vida en el mundo es como un efímera en el cielo y la tierra, un grano de arena en el vasto mar. Hay quienes se entregan a la decadencia con la apariencia de hierbas, hay quienes conmueven montañas con la fuerza de una hormiga, hay quienes quedan atrapados en lo mundano con un corazón de polvo, hay quienes se comparan con los dioses con un cuerpo mortal. En este mundo no hay personas que nacen extraordinarias, solo aquellos con aspiraciones más altas que el cielo pueden crear lo extraordinario en lo ordinario.
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La vida en el mundo es como un efímera en el cielo y la tierra, un grano de arena en el vasto mar. Hay quienes se entregan a la decadencia con la apariencia de hierbas, hay quienes conmueven montañas con la fuerza de una hormiga, hay quienes quedan atrapados en lo mundano con un corazón de polvo, hay quienes se comparan con los dioses con un cuerpo mortal. En este mundo no hay personas que nacen extraordinarias, solo aquellos con aspiraciones más altas que el cielo pueden crear lo extraordinario en lo ordinario.