A todos los que persiguen la influencia: tómense un momento y reflexionen sobre lo que acaba de suceder hoy.
Una vez que te conviertas en un "influencer", especialmente de un demo específico, entiende esto: tu voz ya no es completamente tuya. Cada tweet se convierte en un campo minado. Una simple opinión puede ser retorcida, malinterpretada o exagerada por personas que ni siquiera te conocen.
Peor aún, podrías convertirte en un objetivo — enfrentando informes masivos, cacerías de brujas o desmantelamientos coordinados. Es lo que es.
Si tu voz es tu fortaleza, prepárate: la misma multitud que una vez te animó podría intentar silenciarte. ¿Y aquellos de ustedes que se unieron a la multitud hoy? Un día, crecerán su propia plataforma — y cuando lo hagan, sentirán el peso de no poder hablar libremente nunca más.
Así que pregúntate: ¿Estás realmente listo para esto?
Si es así, continúa el viaje. Si no, no hay vergüenza en dar un paso atrás.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
A todos los que persiguen la influencia: tómense un momento y reflexionen sobre lo que acaba de suceder hoy.
Una vez que te conviertas en un "influencer", especialmente de un demo específico, entiende esto: tu voz ya no es completamente tuya.
Cada tweet se convierte en un campo minado. Una simple opinión puede ser retorcida, malinterpretada o exagerada por personas que ni siquiera te conocen.
Peor aún, podrías convertirte en un objetivo — enfrentando informes masivos, cacerías de brujas o desmantelamientos coordinados.
Es lo que es.
Si tu voz es tu fortaleza, prepárate: la misma multitud que una vez te animó podría intentar silenciarte.
¿Y aquellos de ustedes que se unieron a la multitud hoy? Un día, crecerán su propia plataforma — y cuando lo hagan, sentirán el peso de no poder hablar libremente nunca más.
Así que pregúntate:
¿Estás realmente listo para esto?
Si es así, continúa el viaje.
Si no, no hay vergüenza en dar un paso atrás.
Simplemente no digas que no te lo advirtieron.