Web3, como pionero de una nueva ronda de transformación tecnológica, está desafiando el panorama de Internet de la era Web2. Actualmente, los gigantes tradicionales de Internet como Tencent, Alibaba, Baidu y NetEase dominan Web2. Estas empresas están invirtiendo en el campo de Web3, y la motivación detrás de ello merece una profunda reflexión.
De hecho, sus comportamientos de inversión son más un instinto de autoprotección que un verdadero reconocimiento de la tecnología Web3. Estos gigantes son conscientes de que si no participan activamente en esta transformación, podrían ser eliminados en la nueva era. Por lo tanto, sus estrategias de inversión son más como un seguro personal para asegurarse de no ser marginados cuando llegue la era Web3.
Sin embargo, estas empresas tradicionales de Internet parecen seguir utilizando los mismos patrones de pensamiento y estrategias comerciales del pasado. Principalmente, están expandiendo su influencia en el ámbito de Web3 a través de adquisiciones, lo cual es similar a su enfoque de adquirir WeChat, DiDi o Amap en la era de Web2.
Aunque esta estrategia puede tener cierto efecto a corto plazo, a largo plazo es difícil impulsar verdaderamente la innovación y el desarrollo de la tecnología Web3. Web3, como una revolución tecnológica disruptiva, probablemente no verá su innovación central provenir de estos gigantes de Internet que se aferran a modelos tradicionales. En cambio, los verdaderos avances tecnológicos que liderarán la era Web3 tienen más probabilidades de surgir de nuevas empresas emergentes o equipos técnicos independientes.
Por lo tanto, podemos prever que, a pesar de que los gigantes tradicionales de Internet tienen ventajas en capital y base de usuarios, es posible que se queden atrás en cuanto a la innovación tecnológica central de Web3 frente a fuerzas emergentes más flexibles e innovadoras. Esto también significa que el panorama competitivo de la era Web3 podría ser muy diferente al de la era Web2, ofreciendo más oportunidades a los nuevos participantes.
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DiamondHands
· hace22h
Los gigantes son máquinas que toman a la gente por tonta.
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HalfIsEmpty
· hace22h
¿No es simplemente comprarse un seguro a uno mismo?
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MrDecoder
· hace23h
El artículo es demasiado largo, no tengo ganas de leerlo.
Web3, como pionero de una nueva ronda de transformación tecnológica, está desafiando el panorama de Internet de la era Web2. Actualmente, los gigantes tradicionales de Internet como Tencent, Alibaba, Baidu y NetEase dominan Web2. Estas empresas están invirtiendo en el campo de Web3, y la motivación detrás de ello merece una profunda reflexión.
De hecho, sus comportamientos de inversión son más un instinto de autoprotección que un verdadero reconocimiento de la tecnología Web3. Estos gigantes son conscientes de que si no participan activamente en esta transformación, podrían ser eliminados en la nueva era. Por lo tanto, sus estrategias de inversión son más como un seguro personal para asegurarse de no ser marginados cuando llegue la era Web3.
Sin embargo, estas empresas tradicionales de Internet parecen seguir utilizando los mismos patrones de pensamiento y estrategias comerciales del pasado. Principalmente, están expandiendo su influencia en el ámbito de Web3 a través de adquisiciones, lo cual es similar a su enfoque de adquirir WeChat, DiDi o Amap en la era de Web2.
Aunque esta estrategia puede tener cierto efecto a corto plazo, a largo plazo es difícil impulsar verdaderamente la innovación y el desarrollo de la tecnología Web3. Web3, como una revolución tecnológica disruptiva, probablemente no verá su innovación central provenir de estos gigantes de Internet que se aferran a modelos tradicionales. En cambio, los verdaderos avances tecnológicos que liderarán la era Web3 tienen más probabilidades de surgir de nuevas empresas emergentes o equipos técnicos independientes.
Por lo tanto, podemos prever que, a pesar de que los gigantes tradicionales de Internet tienen ventajas en capital y base de usuarios, es posible que se queden atrás en cuanto a la innovación tecnológica central de Web3 frente a fuerzas emergentes más flexibles e innovadoras. Esto también significa que el panorama competitivo de la era Web3 podría ser muy diferente al de la era Web2, ofreciendo más oportunidades a los nuevos participantes.