La sabiduría de cinco relaciones interpersonales: Primero, trata a los conocidos como extraños, esto puede mantener la sensación de límites; quienes más te han lastimado son los conocidos. Segundo, trata a los nuevos como enemigos; los humanos no tienen enemigos naturales, los semejantes son los enemigos. Debes ser malo antes de ser bueno, la bondad que venga después será agradecida, y no será una oportunidad para ser víctima. Tercero, maneja todas las relaciones como si fueran relaciones a corto plazo; cualquier relación es una relación de valor, ninguna relación puede tener valor para siempre. Cuarto, considera a los benefactores como caballos de mil millas, tú mismo eres el entrenador. Elige un caballo que corra más rápido que tú para que te lleve; así, la vida puede acelerarse. Debes cepillar bien al caballo y alimentarlo correctamente. Quinto, trata a los demás como perros y a ti mismo como un dios. Este 'perro' y 'dios' no tienen un sentido despectivo, son neutrales. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que son perros domesticados y programados, y aún menos se dan cuenta de que ya poseen espiritualidad. Manejar la relación entre humanos y perros, o la relación entre dioses y humanos, se vuelve mucho más simple.
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La sabiduría de cinco relaciones interpersonales: Primero, trata a los conocidos como extraños, esto puede mantener la sensación de límites; quienes más te han lastimado son los conocidos. Segundo, trata a los nuevos como enemigos; los humanos no tienen enemigos naturales, los semejantes son los enemigos. Debes ser malo antes de ser bueno, la bondad que venga después será agradecida, y no será una oportunidad para ser víctima. Tercero, maneja todas las relaciones como si fueran relaciones a corto plazo; cualquier relación es una relación de valor, ninguna relación puede tener valor para siempre. Cuarto, considera a los benefactores como caballos de mil millas, tú mismo eres el entrenador. Elige un caballo que corra más rápido que tú para que te lleve; así, la vida puede acelerarse. Debes cepillar bien al caballo y alimentarlo correctamente. Quinto, trata a los demás como perros y a ti mismo como un dios. Este 'perro' y 'dios' no tienen un sentido despectivo, son neutrales. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que son perros domesticados y programados, y aún menos se dan cuenta de que ya poseen espiritualidad. Manejar la relación entre humanos y perros, o la relación entre dioses y humanos, se vuelve mucho más simple.