Cada vez que hay un gran giro en la vida, siempre viene acompañado de un golpe devastador, como si el destino te empujara hacia el abismo, destruyendo tu fe y desafiando tu percepción. Sin embargo, es precisamente esta dolorosa transformación la que te permite renacer. Cuando caes en lo más profundo, no te apresures a rendirte, porque el momento de romper el capullo y convertirte en mariposa, a menudo, es cuando el destino llega silenciosamente.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Cada vez que hay un gran giro en la vida, siempre viene acompañado de un golpe devastador, como si el destino te empujara hacia el abismo, destruyendo tu fe y desafiando tu percepción. Sin embargo, es precisamente esta dolorosa transformación la que te permite renacer. Cuando caes en lo más profundo, no te apresures a rendirte, porque el momento de romper el capullo y convertirte en mariposa, a menudo, es cuando el destino llega silenciosamente.