La reciente subida repentina en los precios de Bitcoin ha atraído un amplio seguimiento en el mercado, pero esto puede no ser simplemente una señal de bull run; más bien, está estrechamente relacionado con la actual crisis de deuda que enfrenta Estados Unidos.
A medida que se acerca la fecha límite para que Estados Unidos reembolse $6 billones en deuda el 30 de junio, el gobierno de EE. UU. está buscando nuevas formas de aliviar esta presión. Tradicionalmente, los bonos del Tesoro de EE. UU. han dependido de las compras de inversores institucionales y otros países. Sin embargo, bajo las circunstancias actuales, estos compradores tradicionales no solo han dejado de aumentar sus tenencias, sino que incluso han comenzado a deshacerse de los bonos del Tesoro de EE. UU., poniéndolos en un riesgo sin precedentes.
Frente a este predicamento, Estados Unidos parece estar dirigiendo su atención hacia los inversores individuales, especialmente a los participantes en el mercado de criptomonedas. Al crear una ilusión de prosperidad en el mercado de criptomonedas, busca atraer a los inversores minoristas al mercado, ayudando indirectamente a EE. UU. a digerir su enorme deuda.
La reciente legislación sobre stablecoins confirma aún más esta estrategia. A primera vista, el proyecto de ley tiene como objetivo regular el mercado y promover el cumplimiento, pero su propósito central puede ser apoyar indirectamente la hegemonía del dólar a través de stablecoins como Bitcoin y USDT. Las nuevas regulaciones requieren que los emisores de stablecoins conformes, como USDC y USDT, mantengan el 100% de sus reservas en dólares o bonos del Tesoro de EE. UU. Esto significa que por cada dólar de stablecoin emitido, es equivalente a comprar indirectamente un dólar de bonos de EE. UU. o depositar un dólar en una cuenta en dólares.
Este mecanismo crea esencialmente un sistema de distribución automática en cadena para los bonos del Tesoro de EE. UU.: cuántos más tenedores de stablecoin haya, más ‘compradores’ de bonos del Tesoro de EE. UU. habrá. Por lo tanto, el reciente aumento en la emisión de USDT puede no ser simplemente para apoyar el mercado de criptomonedas, sino más bien para ayudar a EE. UU. a aliviar su crisis de deuda.
En este contexto, los inversores deben mantener la cabeza fría y ver las tendencias actuales del mercado de manera racional. Aunque la subida repentina en los precios de Bitcoin es emocionante, los factores económicos y de políticas subyacentes merecen ser considerados. La dirección futura del mercado puede estar más influenciada por las políticas macroeconómicas y el panorama financiero internacional, en lugar de ser puramente por la oferta y la demanda del mercado.
Como inversores, necesitamos considerar de manera integral diversos factores, incluyendo pero no limitándose a desarrollo tecnológico, entorno regulatorio, situación económica global, etc., para tomar decisiones de inversión prudentes. Al mismo tiempo, también deberíamos estar atentos a posibles manipulaciones del mercado, manteniendo la racionalidad y la calma.
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La reciente subida repentina en los precios de Bitcoin ha atraído un amplio seguimiento en el mercado, pero esto puede no ser simplemente una señal de bull run; más bien, está estrechamente relacionado con la actual crisis de deuda que enfrenta Estados Unidos.
A medida que se acerca la fecha límite para que Estados Unidos reembolse $6 billones en deuda el 30 de junio, el gobierno de EE. UU. está buscando nuevas formas de aliviar esta presión. Tradicionalmente, los bonos del Tesoro de EE. UU. han dependido de las compras de inversores institucionales y otros países. Sin embargo, bajo las circunstancias actuales, estos compradores tradicionales no solo han dejado de aumentar sus tenencias, sino que incluso han comenzado a deshacerse de los bonos del Tesoro de EE. UU., poniéndolos en un riesgo sin precedentes.
Frente a este predicamento, Estados Unidos parece estar dirigiendo su atención hacia los inversores individuales, especialmente a los participantes en el mercado de criptomonedas. Al crear una ilusión de prosperidad en el mercado de criptomonedas, busca atraer a los inversores minoristas al mercado, ayudando indirectamente a EE. UU. a digerir su enorme deuda.
La reciente legislación sobre stablecoins confirma aún más esta estrategia. A primera vista, el proyecto de ley tiene como objetivo regular el mercado y promover el cumplimiento, pero su propósito central puede ser apoyar indirectamente la hegemonía del dólar a través de stablecoins como Bitcoin y USDT. Las nuevas regulaciones requieren que los emisores de stablecoins conformes, como USDC y USDT, mantengan el 100% de sus reservas en dólares o bonos del Tesoro de EE. UU. Esto significa que por cada dólar de stablecoin emitido, es equivalente a comprar indirectamente un dólar de bonos de EE. UU. o depositar un dólar en una cuenta en dólares.
Este mecanismo crea esencialmente un sistema de distribución automática en cadena para los bonos del Tesoro de EE. UU.: cuántos más tenedores de stablecoin haya, más ‘compradores’ de bonos del Tesoro de EE. UU. habrá. Por lo tanto, el reciente aumento en la emisión de USDT puede no ser simplemente para apoyar el mercado de criptomonedas, sino más bien para ayudar a EE. UU. a aliviar su crisis de deuda.
En este contexto, los inversores deben mantener la cabeza fría y ver las tendencias actuales del mercado de manera racional. Aunque la subida repentina en los precios de Bitcoin es emocionante, los factores económicos y de políticas subyacentes merecen ser considerados. La dirección futura del mercado puede estar más influenciada por las políticas macroeconómicas y el panorama financiero internacional, en lugar de ser puramente por la oferta y la demanda del mercado.
Como inversores, necesitamos considerar de manera integral diversos factores, incluyendo pero no limitándose a desarrollo tecnológico, entorno regulatorio, situación económica global, etc., para tomar decisiones de inversión prudentes. Al mismo tiempo, también deberíamos estar atentos a posibles manipulaciones del mercado, manteniendo la racionalidad y la calma.